Durante 3 noches seguidas he tenido 3 sueños recurrentes, que no se malentienda, he dormido plácidamente, siempre lo hago, el sueño me envuelve y me arropa, sin embargo desde hace 3 noches despierto recordando el mismo sueño, sin sobresaltos, pero el recuerdo me hace mirar al techo y trato de entender por qué la intensidad de esta recurrente escena.
Veo altamente probable que el origen son tus palabras, tus textos, llenos de nostalgia, la poderosa nostalgia, y la sorprendente afirmación que me hiciste hace unos días: "me arrepiento tanto Álvaro" -incólume pregunté ¿de qué? - y dejaste de escribir. Revisaba el celular cada 5 segundos esperando el mensaje de retorno, prendí y apagué el wifi, puse mis datos y hasta llegué a reiniciar mi celular, busque el google si whatsapp se había averiado pero era inútil, tu respuesta no llegaba, supuse que era por la hora, era tarde y habían responsabilidades.
Me arrepiento tanto Álvaro. Antes de dormir, releí la conversación y la guardé en el lugar mas insospechado, y me día cuenta que la frase fue una consecuencia, sin embargo después de tantos años, era la primera vez que la decías.
Dormí y soñé.
Estabas tú, estaba yo, en el parque del libro, en Miraflores, cerca al balconcito de madera, un poco alejados de cuadrado de losetas negras y blancas, nos abrazábamos y nuestros cuerpos no podían estar mas juntos, me miraste y dijiste "me arrepiento tanto Álvaro" pero eras la de antes, no la de ahora, eras la del blue jean y politos blancos, la del pelo casi ondeado y castaño claro, la de la piel mas blanca que he tocado, la de los ojos infinitos. Nos miramos y todo se desvaneció. No desperté en ese momento. En la mañana, al amanecer lo recordé, miré el celular y no había nada.
Trabajé, estuve con mis hijos y mas trabajo, nunca se me cruzó la idea de escribirte para solicitarte una respuesta, nunca escribo, a nadie, y con el pasar de las horas deje de esperar que tu lo hicieras, así me haya quedado intrigado. Llegó la noche y la frase se difuminó, bla bla blá por aquí, bla bla blá por allá sin nada importante me volví a dormir.
Dormí y soñé. La misma escena, la única diferencia es que eras la de ahora, la mujer segura, intermitente, con ojos casi tristes y con tanta vida detrás de ti, dijiste lo mismo "me arrepiento tanto Álvaro" todo se desvaneció después de las miradas y en la mañana volví a recordar pero con menor intensidad.
Trabajo, hijos, mas trabajo y en la noche escribiste, traté de olvidar el tema, pero la frase siempre estuvo presente en mi, sin embargo no dije nada, hablamos de todo y nada a la vez, y la hora se paso volando y después de la medianoche nos despedimos teniendo ese elefante blanco del que ninguno de los 2 dijo nada pero por tus textos sabía que querías que toque el tema, pero sabes que soy contreras.
En la noche volví a soñar, la misma escena de la primera noche, todo idéntico y la frase retumbante "me arrepiento tanto Álvaro". Y desperté recordando y con la decisión de escribir este texto, pues así soy yo, estas cosas me liberan, me sostienen, me controlan.
Pero tan obsesivo soy que esperaré tu respuesta sin buscar que la respondas. El elefante blanco seguirá caminando entre nosotros y se hará mas grande con el tiempo hasta que en algún momento caiga en su propia trampa.