Los chimpancés libran guerras, y matan sin compasión a miembros de grupos vecinos para expandir su propio territorio, según informó el lunes un grupo de investigadores.
Aunque los biólogos han sospechado durante mucho tiempo que la violencia entre chimpancés puede ser más que al azar, el estudio en Current Biology ofrece la primera evidencia clara de ello.
"A pesar de que algunas observaciones previas parecen apoyar esta hipótesis, hasta ahora, carecíamos de pruebas bien definidas", dijo John Mitani, ecologista y estudioso del comportamiento primate de la Universidad de Michigan, en un comunicado.
Los investigadores dedicaron 10 años al estudio de dos grupos de chimpancés que viven en Ngogo, en el Parque Nacional Kibale de Uganda. Uno de los grupos era mucho más numeroso, con cerca de 150 miembros, y parecía tener un número desproporcionado de machos.
"Durante este tiempo, observamos que los chimpancés de Ngogo mataron o hirieron gravemente a 18 individuos de otros grupos", escribieron los investigadores. Hallaron también indicios de otras tres muertes más.
Los participantes en el estudio observaron además varias "patrullas" inusuales de chimpancés, en las que los animales se movían rápidamente, en silencio y en fila, vigilando atentamente si había otros chimpancés.
La antropóloga Sylvia Amsler, actualmente en la Universidad de Arkansas en Little Rock, era una estudiante graduada que trabajaba con Mitani cuando vio a uno de esos grupos de vigilancia lanzar un ataque.
"Habían estado patrullando fuera de su territorio durante más de dos horas cuando sorprendieron a un pequeño grupo de hembras de la comunidad del noroeste", indicó Amsler en un comunicado.
"Casi inmediatamente después de establecer contacto, los machos adultos comenzaron a atacar a las hembras desconocidas, dos de las cuales portaban crías dependientes", agregó.
Los agresores mataron a una de las crías y se pelearon con la madre de la otra durante un lapso de hora y media.
"A pesar de que no consiguieron acabar con la segunda cría, ésta estaba obviamente herida de gravedad, y no creemos que haya sobrevivido", indicó Amsler.
Poco después de las matanzas, los investigadores notaron que los chimpancés de Ngogo expandieron su territorio considerablemente, en más del 22 por ciento.
"En cuanto comenzaron a ingresar en este área, no tardamos mucho tiempo en notar que habían matado a muchos otros chimpancés allí", señaló Mitani.
Aunque los chimpancés son los congéneres vivos más cercanos de los seres humanos, Mitani no cree que este comportamiento bélico tenga que ver con las guerras humanas. "La guerra en el sentido humano ocurre por muchas razones diferentes", comentó. "Simplemente no estoy convencido de que estemos hablando de lo mismo", agregó.
El comportamiento podría apuntar a la cooperación.
"Las agresiones letales entre grupos de la que hemos sido testigos son cooperativas en la naturaleza, ya que involucran coaliciones de machos atacando a otros. En el proceso, nuestros chimpancés adquirieron más tierras y recursos que luego fueron redistribuidos entre el resto del grupo", explicó.
La zona era remota y no había gente que la habitara, por lo que los investigadores rechazan la teoría de que la presión ejercida por los humanos haya causado un comportamiento inusual entre los chimpancés.