No quería terminar este año sin escribirme. En resumen fue un buen año el 2013, he aprendido mucho, especialmente que debo estar preparado para los cambios repentinos que da la vida. Por ahora estoy seguro que se acabó mi tranquilidad y llegó la hora de poner a prueba mi capacidad para superarme, no es fácil dejar algo tan querido como el trabajo tranquilo, pero hoy 31 de diciembre del 2013 mi cuerpo esta emocionado poro por poro, no se lo que me espera y es increible la sensación de demostrarme que puedo seguir creciendo.
Gracias Lucía y Jessika por la felicidad que me regalan día a día y de seguro que este 2014 será un año de grandes cambios y no hay duda que debemos ir por ellos sin esperar que estos nos agobien.
Feliz año nuevo para mi.