Ayer cumplí un año mas, sin sobresaltos, disfrutando con la familia, agradecido porque a pesar de esta situación difícil, todavía puedo abrazar a los que quiero y disfrutar con todos. Nos divertimos como siempre y me llenó de alegría ver como todos nos vacilábamos de nosotros mismos, cantando, jodiendo y disfrutando, comida y trago y por supuesto muchos regalos.
Siempre he dicho que no me importan los regalos, nada mas falso, me importan y muchísimo, sin embargo desde una perspectiva distinta al común de la gente. Ayer me regalaron muchas cosas, algunas con un valor que ni yo pagaría, colonias costosas, relojes caros, etc., y mi sonrisa fue la misma siempre, mostrándome feliz porque si, tambien me hacen feliz las banalidades pero lo que siempre me sorprenderán son los detalles.
Dentro de todos los regalos que recibí, me dieron un juguete, un lego armable del general Grievous de 186 piezas, no me importa cuanto costo, pero me encantó, igual que una taza con un mensaje precioso que aparece cuando sirves agua caliente y desaparece cuando se enfría, algo increíble.
También agradezco las invitaciones, creo que he celebrado casi de lunes a jueves, incluso mañana mis amigas de trabajo me llevarán a almorzar. Pero el premio insuperable de este año a nivel culinario y de experiencias, fue el martes, ese almuerzo nunca lo voy a olvidar por 2 cosas: 1 ¿pollo a la brasa con lomo saltado? ufff, que genialidad ese platillo. 2. Lo que pasó después solo nos podía pasar a ti y a mi. jajaja. (Ya mismo lo escribo también)
En conclusión, la frase del título de este post es genial, el mejor regalo es el que no se espera, pero llega, llega y sorprende porque esa persona pensó en ti, pensó en ¿Qué le podría gustar? pensó en la ilusión que podrías sentir al recibir algo que a pesar del precio, tiene un valor para quien lo recibe, así que prepárate porque cuando te toque tendrás lo que quieras en tus manos, pues si algo sé que soy es ser muy agradecido y recíproco.
Gracias. 😍