Solo faltaba una actitud para entender realmente quien eras y no vino precisamente de ti, sino de alguien que no esperaba, y entendí todo como una revelación que me dijo: vivirás en las nubes del recuerdo, por lo divertidos, excéntricos y ocurrentes que estos fueron, pues ahí radica la belleza de los mismos, no en el momento en sí, sino en la presencia de tu alma sonriente mirando mi alma sorprendida. En tu amplia sonrisa recibiendo los besos mas sucios que hemos dado (según tus palabras). Después de eso no hay nada, desaparece y todo vuelve a ser normal.
Me he confundido pues he pensado que no sentí lo que pasamos, que fue una historia mas, una aventura que terminó porque yo quise, que tu insistías en recuperar, pero que yo corté por miedo a seguir sintiendo lo que sentía y por qué no decirlo ahora, por miedo a destruir mi realidad de ese momento.
Hoy, precisamente hoy, he entendido que no debo ser mezquino con lo que aun me saca sonrisas en la mente, con lo que todavía contrae mi alma, con lo que considero los momentos mas lindos para dos corazones golpeados por la traición, para dos mentes queriendo escapar del dolor buscando la alegría en el deseo.
Y a esos recuerdos, a esas sonrisas, a esas tardes de conversación en mi auto, a esas noches de textos en dos idiomas, a esas madrugadas con mensajes inesperados, a esos dos locos de ideas descabelladas, a esos dos estúpidos de conversaciones filosóficas, a esos dos intelectuales de palabras grotescas, a esos no los ofende nadie, ninguna palabra, por mas hiriente, por mas frívola o ignorante que sea quien la dice, nunca lo permitiría, pues eso es lo bonito, lo bello, lo perfecto, lo sublime.
Ahora entiendo el verdadero poder del amor perfecto, de la sublime belleza del deseo, de lo linda que puede a llegar a ser una persona que observa el reflejo de su alma en el espejo y sonríe para la foto que tomo con mis ojos y no la imagen frívola de una cara bonita que el tiempo y los filtros se llevarán con la misma velocidad con la que esconde su deformada figura adiposa que a ella misma avergüenza.
Ahora entiendo todo y sé que es tarde, pero es perfecto, pues así, tu recuerdo se mantendrá intacto, ni tu, ni yo podemos arruinarlo ya, es hermoso y se quedará así, todo de ti, todo de mi, todo de nosotros, esos que se encontraron durante el encierro y que se soltaron por el miedo a ser felices. Esos que fueron felices y bellos para ellos mismos y que ahora navegan por caminos separados pero que en algún momento volverán a encontrarse y al mirarse sonreirán como cómplices de una travesura.