Imagen: Discover
Los resultados de la investigación no iban a ser revelados hasta el próximo mes de febrero, cuando todos los datos hubieran sido contrastados y las conclusiones fueran todo lo irrefutables que una conclusión científica puede ser, pero algunos astrónomos de la NASA, quizás movidos por la impaciencia, no saben guardar un secreto.
Dimitar Sasselov, uno de los investigadores responsables de la sonda Kepler, ha anunciado en la conferencia anual TEDGLobal que el ingenio espacial ha detectado fuera del Sistema Solar aproximadamente 140 planetas "similares a la Tierra", es decir que tienen un radio menor que el doble del radio de nuestro planeta. Se trata de candidatos, no de exoplanetas confirmados, y gran parte de las observaciones pueden ser falsos positivos.
Además, ¿y si no se parecieran a la Tierra más que en su tamaño? Con todas las precauciones, y aún poniéndonos en lo peor, el descubrimiento promete y abre un sólido camino en la búsqueda de otra "bola azul" -o algo parecido- que reúna condiciones para la vida, tal y como la conocemos ahora.
No es la primera vez que se filtran datos concernientes a las averiguaciones de las cámaras de la Kepler. El pasado junio, salía a la luz el hallazgo de indicios de 700 nuevos planetas, lo que duplicaría el número de exoplanetas que conocemos. De estos mundos, 400 parecían tener las dimensiones de la Tierra o de Neptuno y, posiblemente, sea a estos a los que se refiera el grupo más pequeño anunciado por Sasselov. Entonces, como ahora, la noticia llegó no de forma oficial, sino por publicaciones y comentarios individuales de los investigadores. La NASA no se pronunció sobre el asunto, un mutismo que, en principio, no cambiará hasta febrero de 2011.
Tendremos que atenernos a las palabras de Sasselov, de la Universidad de Harvard, que, según recoge Science Insider, mostró en un gráfico 265 supuestos planetas de los que aproximadamente 140 tenían la etiqueta de "similares a la Tierra". "Los planetas pequeños son los que dominan el paisaje", señaló. Este tipo de mundos son muy difíciles de encontrar en comparación con los gigantes gaseosos como Júpiter.
Con mayores observaciones, la mitad de estos planetas podrían quedarse en decepciones y otros muchos podrían ser, en efecto, de nuestro tamaño, pero orbitar tan cerca de su estrella que se parecerían más a un infierno que a nuestro planeta. Con todas esas negativas, el científico cree que unos 60 candidatos pueden llegar hasta el final y ser similares a la Tierra, una cifra nada desdeñable.
La sonda Kepler partió en marzo de 2009 hacia una lejana zona de la Vía Láctea en busca de planetas rocosos similares a la Tierra, donde pueda encontrarse agua en forma líquida, el ingrediente fudamental de la vida. En junio, recogió datos científicos sobre más de 156.000 estrellas en las constelaciones de Cygnus y Lyra, algunas de ellas más estables y otras muy violentas y peligrosas. Su trabajo consistía en analizar los cambios de brillo ante las estrellas, "chivatos" de la existencia de un planeta en órbita. Su trabajo, muy fructífero, puede revolucionar el mundo de la astronomía.