Tomado de Elcomercio.com
Pareciera haber heredado el instinto de ponerse alerta ante los depredadores
Un insólito cruce de un burro y una cebra, al que llaman “cebrurro”, atrae la atención en la Reserva Chestatee de vida silvestre en Dahlonega, después de haber nacido allí hace una semana.
El animal, nacido de una cebra macho y un burro hembra, tiene rayas negras en lugares muy visibles en las patas y parte del frente de la cabeza.
C.W. Wathen, fundador y gerente general de la reserva, dijo que el animal parece tener un instinto de cebra. Precisó que cuando descansa se sienta en lugar de yacer de lado, como si se mantuviera alerta de los depredadores.
Los burros y cebras no suelen aparearse, pero de vez en cuando lo hacen y crían “zedonks”, un término que en inglés trata de juntar las palabras correspondientes a cebra y burro (“zebra” y “donkey”).
En unas dos semanas, el ejemplar comenzará a explorar la reserva con el resto de animales.