Es una lástima que aun por estos días tristes tu ausencia se vuelva innecesaria, pues recuerdo la fuerza con la que revolcaba mi vida y azotaba mi mente como un huracán. Ya ni siquiera la tristeza evoca tus recuerdos que tal vez ya no existan y las palabras que decías ya no son tuyas, se han vuelto ajenas, inescuchables y viajan a los oídos con insospechada ligereza, como si nadie se diera cuenta, desapercibidas a pesar de ser lo que mas me gustaba de ti.
Siempre supe que el tiempo borraría todo y sé que lo hace, pero tuve la valentía de enfrentarlo y establecer una estrategia para que no te vayas, pero he fallado. El tiempo me ha vencido y ha hecho su trabajo, me llevó al olvido y no me dejo rastro de ti, me ha colocado en una tierra en donde no existes pero lo peor de todo es que no me interesa que existas pues no lucho para que eso cambie, no hago ya esfuerzos para retener tu rostro en mi mente, no hay recuerdos ni canciones que me lleven al etéreo momento que ya hoy es verdaderamente un pasado olvidado.
Ni siquiera los lugares recorridos, ni los besos otorgados, ni las promesas incumplidas son motivos de nostalgia, todo se ha ido y como escribo al principio, es una lástima pues en estos días tristes era una maravilla encontrarte en mis sueños.