A veces es difícil encontrar una situación romántica para convertirla en un texto. Crear de un pensamiento decenas de palabras que digan todo lo que siento y a la vez nada cierto. Una emoción sinuosa que llega en forma de canción y que se queda para formar oraciones que lindan lo cursi. Aún así, siempre hay algo que me atrae a escribir letra por letra, a veces de un tirón y a veces una palabra por hora.
Ando buscando un tema que me lleve a un hilo literario extenso, hasta el momento he fracasado al escribir algo consistentemente grueso, los personajes se diluyen, no es fácil, la letra se arruina en el papel digital y la papelera de reciclaje se lleva textos olvidados sin piedad. No hay día que deje de pensar en ello, pero de algo si estoy seguro, será puro realismo mágico, palabras llenas de fantasía absoluta anclada en la realidad que exploten con un boom en las mentes de los lectores, seguro que pocos, pero justos y necesarios.
Tal vez no debo buscar tanto y dejar que llegue solo, al compás de la vida, o tal vez ya lo tengo en frente y solo es cuestión de tiempo. A veces me desespero y me presiono tanto que la frustración se me sale en palabras hirirentes hacia los que me rodean pues cuando me hablan me distraen de mi objetivo y los odio.
A veces es dificil encontrarme a mi mismo en está vida absurda de vaivenes pues me dejo llevar mansamente por las olas de los días que ya se agotan.