Suavemente el rumor se apodera de tu mente y en secreto desvanece todo pensamiento inalcanzable, utópico y hasta absurdo. Vuela lentamente como un viento de primavera y tus oídos ordenan las palabras que te envío. Sospecho que lo imaginas, he dicho que te imagino recostada en mi hombro, absorta y el silencio absoluto. Puede que me equivoque. Puede que tú te equivoques y que a tus oídos lleguen falsos miedos sobre días oscuros en donde ya no existes. Puede que lentamente tu ya no quieras oír aquellos rumores que envío subrepticiamente en botellas de naufrago. Pues repite en tu mente lo que años atrás escribías en papeles de cuaderno escolar, el velero, cuando llega, no se va nunca mas.