viernes, 13 de enero de 2023

El refugio de la nostalgia

Noche tras noche el tiempo pasó, la tristeza y la desolación quedaron de lado pero se quedó la nostalgia, refugiada en tus canciones que eran las mismas que las mías, esa nostalgia de los recuerdos de calles solitarias y conversaciones absurdas, esa que se esconde en tu pecho como en el mio, esa nostalgia que me atrapó ayer en la soledad de mi cama, mirando al techo oscuro, buscando tu número para conectarte, sin esperar que vuelvas pero extrañando tu sutil y desprendida personalidad.

La vez que te vi en el tumulto y conversamos vagamente noté algo que tu no ¿o si? al despedirte y nuestras mejillas se tocaron recordé la sensación de tocar tu piel, pues mi boca había aprendido tu cuerpo de memoria, tu olor y mas precisamente el olor de tu cabello. No se detuvo el tiempo ni mucho menos pero cuando manejaba de regreso a mi casa, encendí un cigarrillo y pensé en tu cuerpo, en tus lunares de la pierna, en mis manos sobre tu espalda, en tus sonidos y en tu risa. ¿Loco no?

Muchacha de abril, espero estés bien, espero sonrías sin sentido y seas feliz, pues nunca me alcanzará el tiempo para pedirte perdón por lo que te hice, hasta he llegado a pensar por estos días que fue un error, pero ya es tarde muchacha de abril y las decisiones se asumen, y se sigue para adelante, sin mirar atrás, sin que te consuma el remordimiento del arrepentimiento, además sigo pensando lo mismo, no estoy listo, hoy menos aun, es más no me interesa comprometerme, peor aun engendrar, ni loco que estuviera. 

No es lo mismo mami, no sé por qué, no puedo, no llego, no amo, no siento lo que quiero sentir, pero lo intenté, mi alma extraviada lo intentó, pero para qué ser necios, no pude y no puedo, y creo que jamás podré entender por qué me fui de ti, y nuevamente, lo siento.

Y si por el azar del destino, otra vez te encuentro o me encuentras, solo quisiera que me respondas una pregunta: ¿sigues soñando a través de mis textos?