miércoles, 29 de abril de 2020

Caja de pandora



domingo, 26 de abril de 2020

Me gusta cuando callas

Este camino ya lo conozco y no quiero ir por ahí, ¡please!, mejor vamos por otro lado, sigamos por donde estamos, así, en lo incierto, no quiero ni tengo promesas para hacerte, menos quiero que sigas con esas palabras peligrosas de amor o cariño, no porque no me gusten, sino porque siento que es peligroso. Disfrutemos de la risa y el peligro, del vino y las visitas clandestinas, vayamos por mas aventuras, me doy cuenta que te atreves cuando quieres y he notado un atisbo de soberbia muy parecido al mio, nunca igual, lo sabes, pero tienes algo extraño a veces en ese aire de superioridad un poco absurdo y gracioso, como si tuvieras un poder sobre mi y yo solo me río.

Te lo ruego entonces, quiéreme pero no me lo digas, toma mi mano como lo haces y mírame en 
silencio, ríe conmigo, yo si me río contigo, camina a mi lado pero no te sientas segura conmigo. Y por favor evitemos el trato meloso, el "mi vida", "mi amor","mi cielo" "te quiero", "te extraño", el, "¿que comiste hoy?" el "que canción tan linda"! Todas esas cursilerías propias de gente simplona, de personas de sentimientos baratos, tan baratos que no les cuesta decirse eso,  porque eso aburre a las mentes pensantes y de ojos profundos, pues una mirada tuya me dice cinco veces más que esas palabras de enamorados obtusos, tan absurdos que se aburren mutuamente, pero no se lo dicen porque dentro de ellos saben que su farsa durará tanto como sus palabras llenas de vacío. No quiero eso contigo, nunca lo querré, y casi estoy seguro de que tu tampoco lo quieres.

Yo prefiero tu silencio, me gusta cuando callas, cuando me miras fijamente, tus ojos me tocan y me quedo sin palabras, puedo decir que lo haz hecho exactamente 3 veces, la primera en la bajada de barranco cuando me sentí aturdido, la segunda en mi auto frente al desierto y ayer en el parque cerca a tu casa, antes de nuestro curioso pacto. Es indescriptible, como si tuvieras la capacidad de ver dentro de mi, como si mis ojos quisieran decirte algo y tu fueses capaz de entenderlos, como si el silencio en el ocaso fuese el marco perfecto para que sin decir nada lo digamos todo y que sin esperar nada, tengamos todo.

Por eso te ruego, disfrutemos el tiempo juntos que ahora es mínimo, a cuentagotas, escapemos de nuevo, si, pero sin planearlo, que sea como la otra vez, teniendo todo sin esperar nada. Viviendo al límite sin importar el pasado ni el futuro, solo el día a día, solo tu mirada en silencio que me devora el pensamiento, solo el placer de tenernos en los momentos mas inesperados, solo tus labios con sabor a caramelo que consume mi sosiego y me deja absorto al abrir nuevamente los ojos.

Eso quiero yo, precisamente, tener todo sin esperar nada, reír tanto hasta que nos duela la panza, y por cierto, cada vez te ríes mas conmigo, pues cuando nos conocimos tenías los ojos tristes, ahora cada vez que digo algo, ríes tú primero, hasta por las puras, pero me gusta, esas sonrisas gratuitas, que te salen naturalmente, eso quiero yo, tu sonrisa de gratis, sin palabras de compromiso, sin estar obligado a llamarte o escribirte, simplemente hacerlo porque así lo quiero.

Me encanta cuando llegan tus mensajes, son tan inoportunos, y a eso me refiero, me gustan por eso, porque no los espero y llegan en el momento más insospechado, al amanecer, o cuando estoy tan ocupado, o a veces cuando estoy tan aburrido, en la oscuridad, cuando estoy rodeado de gente o cuando estoy solo , o cuando tienes insomnio y me quitas el sueño de madrugada, siempre llegan y empiezo a esperarlos pero no quiero, por eso a veces demoró en contestar, para que te desanimes, sin embargo casa vez te haces más frecuente. Y no quiero querer pero estoy empezando a quererlo.

No sé porque a pesar de nuestras largas conversaciones siento que no te conozco aún, y que tú me conoces más de lo que yo quisiera. Será acaso porque tengo poca vergüenza por contar mi vida cuando agarro confianza o porque sabes leer mejor entre líneas, no lo sé, pero espero que te hayas dado cuenta de cómo prefiero las cosas. De lejitos pero cerquita, seriecitos pero partiéndonos de risa.

Después de todo, no puedo ofrecerte nada aun, pero puedo decirte algo que aún no escuchas de mi: me gustas, más de lo suficiente. Me gusta tu carita y tu sonrisa perfecta, pero sobre todo, me gusta como me miras en silencio como diciendo todo. Tendremos todo con eso y nada más de lo que tú quieras.
Bonito ¿no?


El paisaje que esperabas y no tuvimos jajaja, algún día, ya verás, R2 nos llevará.






martes, 21 de abril de 2020

Back to Black

We only said goodbye with words 
I died a hundred times 
You go back to same 
And I go back to black.

14/06/18

No bastan las vanas palabras, ni tus lágrimas sin sal. No son suficientes tus ardientes gemidos, ni tus brazos que arañan mi espalda. No alcanza con tu mirada perdida, ni con tu silencio oportuno. Mucho menos con tus falsas promesas pues estoy absolutamente seguro que volveré a tener esta sensación de querer regresar a la oscuridad.

Resulta irónico hacer todo bien y morir cien veces, estar condenado a quererte conociendo lo que haces, pues aunque lo dudes "lo sé todo" "todo" "tus palabras, sus palabras" "tus encuentros y desencuentros" ¿cómo?: digamos que eres predecible para alguien que ya recorrió tu camino tres veces y a pie. Por eso mismo te dije "vas a perder" por no decirte que ya has perdido el juego que pretendes ganar. Aunque no debí decirlo pues arriesgué demasiado.

Estoy seguro que mas de una vez te has preguntado o te preguntarás ahora mismo ¿Por qué sabiendo todo, sigo a tu lado? ¿Por que siempre parezco perdonar? Pues resulta que es una forma de perdonarme a mi mismo, he cometido un terrible error contigo, una verdad ya incontable, un error que no tiene vuelta atrás, algo que ocultaré hasta decirte adiós hoy, mañana o en cien años. Es por ello que antes de empezar todo y tratar de ocultarme algo; ya perdiste, yo estoy en la oscuridad a la que me haces regresar con tus errores.

Siempre me pregunto que tan cínico puedo ser y me sorprendo de mi mismo realmente, por ello muero cien veces, me ahogo en la incertidumbre de saber como reaccionarias si todo se descubriera, pierdo la noción de toda realidad y aunque quiera y deba alejarme de ti, no puedo.

Tú mientes, intentas un cinismo absurdo, que a mi me da risa y pena, no te mereces alguien como yo, mereces un amor sincero, un amor de siete días a la semana, pero con tus acciones obtienes todo lo contrario, entiendo porque la vida no te ha dado eso, no te lo has ganado, pues intentas un juego sucio pero básico e infantil. Ojalá que cuando te toque un amor como el  que yo conocí, no lo desperdicies, como hice yo.

Ojalá para ese momento, ya hayas entendido lo importante de decir la verdad y de compartir tus miedos, tus frustraciones y tu pasado, decir aquello que te hace o te hizo daño, pues nada se cura sino sale de nuestro interior. Todo se va cuando lo sueltas, con alegría o con dolor, pero se va y no entiendes eso, pues lo guardas fingiendo que no te importa pero es tan notorio que sigue siendo importante en tu vida. Es increíble cómo te conozco, ¿no?

Nosotros solo diremos adiós con palabras, moriré cien veces, tú volverás a lo mismo y yo regresaré a la oscuridad.

miércoles, 15 de abril de 2020

Con las luces apagadas en cuarentena

Tal vez sea una de las cosas mas graciosas que he pasado en la vida, no se tú. Tal vez sea una de las cosas mas peligrosas también que sin querer hicimos. Lo cierto es que al menos contaré, sin que tu sepas, lo que pasó ayer, cómo esa tarde tranquila y aburrida que se tornó en locura y carcajadas.

Todo nació de un estúpido juego surgido en el aburrimiento de una conversación de whatsapp, como la mayoría de mis estupideces. Verdad o reto. Te juro que yo estaba recostado viendo a mis hijos divertirse con mis instrumentos musicales, sin la mínima intención de arriesgar nada, de pronto y luego de retos y verdades medio aburridas, me retaste "no vienes a mi casa" jajaja vi mi reloj y calculé mentalmente distancia por tiempo, "si llego, te jodiste".

Llegué en 20 minutos sin planes y sin saber a donde ir por las calles desiertas, faltaban exactamente 2 horas para el toque de queda y mi último reto fue preciso, "no te robas un vino de tu papá" jajaja, bajaste con una bolsa negra mas rochosa y partimos en silencio por las calles vacías escuchando la canción perfecta (rock&and roll por supuesto y en inglés por tu puesto😄).

¿La fabrica? no, dijiste, hay serenazgo ¿playa? no llegamos, dijiste otra vez muy acertada. ¿desierto? Hummm ya, y en 10 minutos habíamos llegado al desierto de Pachacamac, me estacioné y seguimos con el juego de verdades a medias, retos a tantos y vino dulce. Reíamos y de pronto cuando reaccionamos estaba casi oscuro, miré mi reloj y eran las 6y30 pm, jajaja, te asustaste pero avezadamente dijiste "hay que terminar el vino".

En la oscuridad, con música perfecta, con lo que quedaba de vino y con nosotros dos casi locos, lo que pasó fue incontable, insospechado y avezado como todo esa tarde/noche. En mi mente quedó una imagen, una foto mental de la locura, del momento irrepetible, de la suerte de conocernos en un momento inadecuado.

Pero reaccionamos, ¿Y ahora? bastaba con que un policía nos observase y terminaríamos en los noticieros y tras las rejas, (confieso que a pesar de mi risa, me asuste un poco) eran las ocho de la noche y tu teléfono reventaba, "comunícate" dije, yo hice lo mismo, pero la cuestión era, como llegamos a tu casa y se nos ocurrió la genial ideal de avanzar con las luces apagadas, confiando en mi vista y en nuestra suerte. Con las luces apagadas y a un kilómetro por hora, pero a esas alturas, todo era irreal. Con las luces apagadas y tú tomando mi mano a ratos, sin saber por qué, me sentí extraño, pero me reía.

Todo estaba de miedo hasta que dije "si nos atrapa un policía le digo que soy subdirector de la Corporación Salamanca" y soltaste una carcajada que me contagió y no paramos de reírnos, no sé si por la broma, por el vino, por la situación o por tus lagrimas de miedo, pero reímos hasta que tuve que parar y estacionarme porque me dolía el vientre y a ti te dieron ganas de otra cosa. Me reí porque quería reírme contigo y ver esa extraña felicidad, es mas, ser parte de ella.

Cuando retomamos a oscuras me dijiste, "una luz" casi a gritos, yo paré y me estacioné, nos agachábamos hasta que pasaba el patrullero o el serenazgo, jajaja era para partirse de risa, verte agachada e imaginarme a mi agachado, era la situación mas graciosa, escondiéndonos de la policía, del serenazgo, escondiéndonos de la tristeza, de los ojos apagados y tristes, nos moríamos de risa, te juro que me dolía la barriga de tanto reírme y de tan lento que iba, aprovechamos el momento de la mejor manera jajaja.😈

Todo el trayecto no lo voy a olvidar, a cada luz roja o azul, o a cada sirena que sonaba, nos escondíamos y tomabas mi mano con tanta fuerza que hasta me daba miedo, pero sobre todo risa, una risa que no podía detenerse y que crecía mas cuando te veía tambien muerta de risa.

Cuando llegamos a tu casa había pasado una hora y media, bajaste, nos despedimos y ahora el problema era mio, sin embargo me habías dado la solución perfecta, y que yo también vi en las noticias "si en toque de queda, pones un trapo blanco por fuera de la ventana de tu auto, la policía no te detiene porque eso significa que vas a emergencia de un hospital" y como yo vivo a unas cuadras del hospital Kaelin, pude llegar a mi casa sin problemas.

Te juro que ayer no dormí, no por el susto, a pesar que si estuvimos en un gran riesgo, sinó porque cerraba los ojos y la imagen aparecía en mi mente, y la sonrisa me ganaba, rebobinaba todo y me salía una sonrisa que me dura hasta ahora.

Una noche para recordar siempre, con detalles extraños, con risas increíbles, sin promesas de nada, solo palabras que vienen y ojalá se queden, solo gestos que aun  ahora serán mas importantes que algo que no dijimos. En el ocaso, casi estuve apunto de enseñarte mi blog, el rabillo de ojo, para competir con tus estados tan precisos y que solo tu y yo entendemos, pero algo me detuvo, ah! ya recordé que fue lo que me detuvo: el vino magdalena.




jueves, 9 de abril de 2020

Cómo te atreves?

Osea porque tienes un rango mayor al mio y aceptar un error que ni siquiera dependía de mi, sinó de un subalterno, crees que tienes el derecho de llamarme la atención? ¿te atreves a cuestionar mi capacidad? tú que ni siquiera has demostrado haberte ganado el puesto que ostentas, que tal vez estés ahí por tu cara bonita y algún favor pagado, ¿te atreves a responsabilizarme y dejarme sin palabras?

No te lo has ganado, no te conozco, pero quiero conocerte, quiero que te des cuenta que te has equivocado conmigo, que cuando cometo errores siempre tengo un plan para solucionarlos. Ni siquiera te acercas a tener el derecho de llamarme la atención, un derecho que solo ostentan tres personas, mi madre, Jessika y Lucía, mi hija. Solo ante ellas bajo la cabeza, ¿crees que me sentí mal? ¿Crees que me lastimaste? Solo hiciste que me llene de impotencia y que mientras te observaba pude notar un lunar en tu cuello, solo eso. Y que quede claro algo, si no te respondí, fue porque el lugar estaba lleno de extraños y no era justo que observen como te desautorizaba frente a tus mismos superiores.

Administradora, no soy vengativo, pero verás que si sigo ahí, te darás cuenta del error que has cometido y cuando mi competencia y capacidad te soprepasen y te sorprendas vas a buscar mi ayuda y lo haré pero con la mirada de condescendencia que tu atrevimiento merece.

Chequeada.



sábado, 4 de abril de 2020

Siempre estaré ahí para ti

Siempre estaré ahí para ti, te lo dije cada vez que pude, cuando empezamos en el parque con vista al mar y cuando te fuiste y agitaste tu mano entregándome 3 soles para los últimos cigarrillos de mi vida y yo te miraba por la ventana de mi auto mientras te ibas por última vez. Siempre estaré ahí para ti repetí en mi mente mientras te ibas, a pesar del rencor y la decepción, siempre estaré ahí para ti, me repetí a mi mismo pues no podía ser de otra manera contigo.

Siempre estaré ahí para ti, a pesar que no te escriba porque mis palabras ya no te importan, a pesar de tu notorio rencor que se atraviesa ahora en cada intención de hacer como si nada pasara. Pero repito, en voz alta o a susurros, cantando o con la voz silenciosa de mi mente, siempre estaré ahí para ti.

Sin importar que tus ojos ya no sean míos, que tú sonrisa ya no me pertenezca, que tus manos ya  no tomen las mías, o que la emoción ya no te embargue con mis mensajes, sin importar que mi voz ya no te toque y yo ya no pueda escuchar tu risa, sin importar nada, siempre estaré ahí para ti. Sin importar lo mucho que necesites la alegría que te di, o que yo necesite la emoción que tu presencia causaba en mi vida. A pesar de estar en silencio mutuo, siempre estaré ahí para ti.

Siempre estaré ahí para ti, como nuestras canciones que esperan que las escuches para que tomen sentido, como mis palabras que intentan llegar en silencio a tus oídos, como nuestros recuerdos que están en los lugares que juntos visitamos, donde juntos vivimos tantas tonterías, o como los sueños que se quedarán en el limbo del pasado

Aún cuando los recuerdos ya no te importen y nuestros lugares nos extrañen tanto como te extraño yo a ti. Aún cuando ya no cantes ninguna canción a mis oídos, aún cuando ya no pueda disfrutar verte comer pollo a la brasa o beber un sorbo de ron con Coca-Cola, aun cuando ya no tomes mi mano y ni apoyes tu cabeza en mi hombro mientras manejo, aun así princesa, siempre estaré ahí para ti.

Siempre estaré ahí para ti, cuando sonrías, cuando reniegues, cuando llores, cuando rías, cuando estés pensativa, cuando trabajes o recortes, cuando tengas el celular en la mano, cuando duermas y sueñes, cuando estés mirando al vacío, cuando veas a tu sobrino, cuando mires por la ventana, cuando estes en silencio, cuando estés bailando de alegría, cuando salgas o cuando te quedes en casa, cuando no te quede otra cosa más que hacer, que traer un recuerdo a tu mente, aunque no sea conmigo, siempre estaré ahí para ti.




PD: Una vez, en la carretera, en medio del camino a uno de nuestros increíbles viajes, y dentro de las interminables conversaciones , me dijiste llena de risa, que el destino me había puesto en tu camino, yo pensé en ese momento y pienso ahora que fue todo lo contrario, el destino te puso a ti delante mío y yo disfruté cada momento.