miércoles, 24 de abril de 2019

El Infeliz - parte 2

Agotado, destruido internamente, triste y cabizbajo externamente, aun después de varios años no creo que pueda recuperarme de la decisión que tomé. Ver como te vas y entender que te fuiste por mi culpa ha sido el golpe mas duro que he recibido, ni las cachetadas que me diste antes, ni el despojo de tus besos se comparan a ese día en el que nos separamos, pues a pesar que seguí viéndote, a pesar que hoy seguimos conversando, siempre supe que ese día que te fuiste luego de mi respuesta, fue el fin de lo mas cercano que estuve al amor.

Ayer pusiste el dedo en llaga, (otra vez) y entendí que cada vez que recuerde ese momento, no seré mas que un infeliz que tuvo miedo de amar, un infeliz que no conoce el amor pues todo luego después de ti, fueron y serán relaciones por complacencia, pues me cansé de buscarte en otras personas.

Tus ojos, dijiste, estaban tristes. Ya sabías que iba a responder e incluso te ibas a ir antes de escucharme, hubiera preferido eso a enfrentarte. Yo vi en tus ojos emoción, amor incondicional, entrega y felicidad por haber hecho lo que debimos hacer ambos pero me acobardé, y aunque es la primera vez que te lo digo, me acobardé frente a la felicidad que me ofrecías.

En ese momento ni siquiera podía verte a lo ojos, tus ojos tan grandes y sobrecogedores dispuestos a amarme, tu mirada libre como el viento que soplaba en mi mente. En ese momento solo quería abrazarte y decirte que me perdones, que existían mil razones para ir contigo y solo una para no hacerlo y mírame ahora. En ese momento solo dije "no puedo, lo siento" y fue una bala a tus ojos, fue un tren aplastando un juguete de plástico, fue el amor que se escapaba de mis manos como cuando quieres agarrar el agua.

Tu mirada me fulminó, no porque estaba llena de odio, sino porque me miraste con lástima, me compadecías, pobre infeliz decían tus ojos con tono de pena, y diste la vuelta, tu cabello amarillo giró contigo y con pasos lentos te alejaste sin decir nada.

A pesar de que seguimos viéndonos fue el final, a pesar de que me seguías amando fue el final, a pesar que me quede en el parque hasta la medianoche fue el final, a pesar de que fumé diez cigarrillos (si hubiese tenido plata hubiesen sido mas) fue el final. A pesar de han pasado dieciséis años, 147 días y algunas horas todo se acabó esa tarde.

Y así fue como empecé a buscarte en otras personas, pero nadie era tú. Probé encontrar tus labios y extraer los besos pero ninguno era lento y firme a la vez, ninguno era capaz de empezar como un mar en calma y transformarse en una violenta tormenta. Busqué incansablemente tus ojos, pero todas las miradas resultaban mínimas frente a los océanos pardos con los que me mirabas. Y así, terminé hoy por guardar en secreto que nadie es como tú, que nadie será tú y que siempre serás tú.

No sé cuantas veces he escrito sobre ese día y la situación, no sé cuantas veces mas escriba sobre aquello, solo sé que ayer tus palabras ensordecieron mis recuerdos y estrujaron mi alma vacía como un cántaro en el desierto.




martes, 9 de abril de 2019

Frágil...

Es increíble el camino que uno recorre sin ser distancia ni tiempo, sino experiencias, oportunidades o personas. Ocurre que a veces estas obnubilado por instantes, por algunos ojos o sonrisas y de pronto es como si despertaras ante la voz o los detalles de alguien totalmente distinto a ti. Alguien tan frágil que hasta da miedo continuar conociendo.

Es confuso y otra vez vuelvo a la duda, sin embargo, siempre que por el camino me encontré con alguien así, nunca dudé y me aparté, pues tuve miedo de esa fragilidad, siempre he tenido miedo de encontrar a alguien que necesite protección, que realmente toda ella, sea ternura, bondad y complacencia. Ahora tocaría hacer lo mismo pero no me dejas, te aferras, como si hubieras visto algo en mi, aunque para ser sincero, ni siquiera yo sé quien soy realmente.

¿Qué habrás visto mujer? al querer espantarte, mas te acercaste como por curiosidad, ¿acaso no te han roto el corazón alguna vez? seguro que si, ya sabes como es. Pues entonces, shu! shu! no quiero mas dudas en mi vida, tengo mas de las que debería tener. Te advierto, no sé tener amigas, tarde o temprano termino arruinando todo, asi que safa, safa.

Solo un par de cosas antes, ojalá no llegues a convencerme de enseñarte mis textos, pues son una estrategia, una telaraña en donde caerás redondita (a pesar de tu figura) y ojalá tampoco sigas con esas conversaciones tan divertidas que no pareces tan frágil ahí, sino culta e inteligente, casi como un personaje de obra literaria, como me has dicho, ojalá sea de Gabo, otra cosa no acepto.

Post data: Puedo ser elocuente, pero también aquietado, sin embargo lo que escribo es lo que soy, ni más ni menos, y por eso sé que no sabes quien soy, pues te daré a leer esto cuando ya estés lejos de mi vista (vida).




lunes, 1 de abril de 2019

Decide tú

Cada palabra tuya siempre me hizo sentir que iba por el camino correcto, sin trastabillar, sin tropezar, feliz y sonriente, con el corazón en la mano. Mis sonrisas y mis risas nunca fueron mas sinceras que contigo, mis ojos nunca desearon mirar otros ojos que no fueran tus grandes ojos casi marrones.

Escuchábamos nuestra canción favorita tirados en un sillón, tomados de la mano, jugabas con mis dedos y yo olía tu cabello, te abrazaba, me abrazabas y no existía nada más. Hubo cosas que nunca te dije, no por temor, sino porque sabía que no me ibas a creer, como te puedo decir ahora que a pesar de estar lejos de ti tanto tiempo, sigo esperando que me dejes regresar, sigo esperando que me llames para tomar desayuno en la cama, o para almorzar en algún lugar que te guste, o simplemente para ver una película repetida de esas que tanto nos gustan.

¿Te acuerdas cuando susurraba a tus oídos? te estremecías totalmente cuando te decía que te quiero o cuando te contaba una historia. Nunca he vuelto a ver ese brillo en tus ojos, tampoco he visto brillar otros ojos del modo en el que tus ojos lo hacían cuando estabas conmigo.

Querida, te veías perfecta el ultimo día que te vi, te veías perfecta porque estabas sin mi, y ahora no sé si puedo ser parte de tu nueva canción favorita, pues como todo hasta ahora, podría arruinarlo, ¿Qué hago? dímelo tú. Pero piensa bien, no soy él que quieres que sea, sigo con los defectos que un día odiaste, sigo alejándome de las personas en la medida que ellas se acercan a mi. Decide tú.