lunes, 10 de diciembre de 2018

Somewhere only we know...

Que dices, acompáñame a soñar nuevamente, aunque sea un momento, déjame llevarte a ese lugar que solo tú y yo conocemos, aquel lugar que amamos, con el ruido del mar pegado a los oídos y con las plantas observándonos. No tengas miedo, que no te asusten los recuerdos, que no te de miedo sentir lo que sientes pues te aseguro que conozco el camino. Déjame llevarte, toma mi mano pero no me mires a los ojos pues se hará inevitable encontrar lo que buscas, lo que guardaste durante tantos años, esa pasión dormida que desborda con cada palabra, con cada recuerdo, con cada canción que me lleva a tu mente.

Camina, ¿ves que no ha cambiado nada? Te das cuenta que este lugar sigue igual que en tu mente, igual que los atardeceres de cielo naranja que se convertían en noche oscura bajo nuestros pies. Siente el suelo, recorre nuestros pasos y si, apoyaré mi espalda en la baranda para que te recuestes pero ya sabes, no me mires a los ojos, todavía no, solo apoya tu cabeza en mi hombro y mira el mar como antes.

Hay viento, como siempre, no sueltes mi mano y caminemos, ¿te acuerdas de la florista? ¿del faro?¿De todo? seguro que sí, pero no como yo. Sentémonos, en la misma banca, ¿fumamos? si, ya sé que no te gusta tanto como a mi, pero recuerda que estamos aquí, en nuestro lugar, dime una cosa ¿por qué no hablamos sobre aquello? no sé como empezar, eres la persona en la que mas he confiado pero también a la que demostré menos confianza, lo siento, no sirve de nada pero solo hoy, solo por hoy, olvidemos todo y volvamos atrás, seamos libres aquí, donde estamos y donde estuvimos, ahora si te pido un favor, detente, aquí, justo aquí, ya estoy listo, mírame a los ojos y dame un beso, un beso que dure quince años, un beso que detenga el tiempo en este lugar que solo nosotros conocemos.