domingo, 7 de febrero de 2021

Flashback

Desde hace bastante tiempo no tenía la mente tan alicorada, el ímpetu tan vigoroso producto del alcohol en la sangre y tal vez el doble en el cerebro. No me digas eso - ¡salud! Pilsen como debe ser, helada porque es mas rica. 

Siempre he cometido excesos, he tenido la vida loca, pero desde hace varios años ya, ese descontrol, se había sosegado, ese mar endiablado en el que me convertía el licor y los amigos, esa locura juvenil que me hacía terminar o despertar en los lugares mas insospechados; se había amansado, había encontrado la calma, el claro, el tiempo me había enseñado que ya no era sano tener tal actividad tan seguido. Y lo había entendido. ¡Salud!  ¡Tráiganme la que cagó a mi causa Nikola!

Esta última vez tuve la certeza de mi conciencia casi todo el tiempo pero en un momento perdí el control, y entré, como nunca, en nostalgia, sensibilidad y cólera conmigo mismo, tal vez por lo que no tenía claro contigo, lo siento, no debí llamarte, no debí escribirte, pero si debí decirte lo que dije, lo tenía guardado, nunca lo compartí con nadie pues solo tú entenderías lo que dije. ¡Salud! tres más a mi cuenta.  

Hay vacíos, no encontraba mis ideas, mientras tomaba un vaso más, ordenaba los pensamientos que debía decirte, como un guión para no dejarme llevar por el licor, no se como surgió la decisión pero en mi mente tenía como idea inicial, decir lo justo y necesario, no se por qué, pero ya estaba con esa idea, lamentablemente, hablé mas de la cuenta, el licor derribó esa barrera mental que impedía que yo te diga lo que dije. ¡Salud! blablablá, blablablá, dos mas por favor, ¡quiero cantar!

Cuando amanecí, no recordaba nada, pero la preocupación me embargó, precisamente por que no recordaba nada, en la ducha, el agua despertó mi mente y empecé a recordar, este emoticón define mi reacción de ese momento (😳) salí rápido y verifiqué mi celular, todo estaba consumado, empecé a recordar por flashes, luego vi los bouchers y mi billetera y esta fue la reacción: 😵. 

Recuerdo tu risa, la de siempre, recuerdo mi torpeza al hablar y mis esfuerzos por no trabarme cuando te hablaba, la verdad no sé cuales serán las consecuencias, lo cierto es que no debí llamarte pero si debía decirte todo aquello, espero que tus risas hayan sido, solo eso, y que el "cómo lo dije", no haya sido lo peor de la noche, ni lo mejor de tu día siguiente.

Algo si es cierto, esa adrenalina no la sentía hace tiempo. Felizmente estaba sin r2.