martes, 13 de septiembre de 2022

Y de pronto una noche cualquiera...

 Fabiana le dijo: -has cambiado, físicamente no, pero te desconozco, no eres tú, eres una sombra, ni siquiera llegas a ser mi peor recuerdo-. Arturo sonrió y se alegró de ver nuevamente esa sonrisa y escuchar esas carcajadas tan de ella. Fabiana había leído cada palabra de los textos que Arturo escribía en su blog, un blog que habían leído tantas veces juntos, repasando las travesías mas insospechadas. Arturo le dijo que había visto fotos, que la vio con quien ella juró nunca mas reunirse y ella contragolpeó -¿me estas espiando?- Arturo, sin saber que decir atinó a poner su cara mas rara -fue en contra de mi voluntad, solo le mencioné tu nombre a alguien y encontraron tus fotos-. Fabiana, ingeniosa como antes dijo -¿Javier o  Milagros?- Arturo en su mente, sintió alivio, tenia una coartada. -nadie que conozcas, respondió-. Fabiana anotó y lanzó un misil -Si, es él, regresamos, pero no estoy tan convencida, es diferente, raro, intermitente- Arturo le lanzó una mirada de condescendencia y le dijo: -¿por qué?- entonces ella habló y dijo lo siguiente: -cuando me apartaste, cuando te fuiste y desapareciste me quedé sola, sin saber como enfrentarlo, había sido tan intenso, tan perfecto, tan íntimo que no te creí capaz de huir como lo hiciste, en serio, te llamaba y no respondías, te escribía y nada, te busqué y una vez que no te encontré él me llamó y me dijo que tú eras un cobarde, un marica, y con toda la cólera que yo tenía encima, le di la razón, y creas o no por cólera, salíamos conversar de ti y una cosa llevó a la otra, ¿me entiendes?- Arturo respondió: -Absolutamente, no tienes que darme explicaciones, no te estoy reclamando nada, solo dije que vi algunas fotos que me sorprendieron-. Fabiana había estado afuera del instituto británico y Arturo la vio, cuando se estacionó, ella ya sabía quien era pues conocía el color de su auto, la invito a subir y luego a comer (cenar en realidad) La verdad es que habían muchas cosas que decir, tenían muchos temas pendientes pero Arturo sabía que si se quedaba mas tiempo otra cosa podía suceder. Fabiana anotó el numero de Arturo en una agenda de micky mouse y cuando la sacó de su bolso guinda, ambos se miraron y rieron cómplices del pasado. Lo cierto es que ninguno preguntó cosas que no querían saber, solo Fabiana le hizo notar a Arturo, que le fascina todo lo que escribe pero que debería hacerlo mas seguido, que ha notado que poco a poco está mejorando su estilo y que se muere de risa y nostalgia cada vez que lee lo que a ella le corresponde y que no tiene nada de malo sentirse así.