Un exquisito tema de Led Zeppelin, una de las mejores bandas del rock mundial. La voz de Robert Plant y la guitarra de Jimmy Page forman una dupla casi insuperable. Esta canción apareció en el cuarto disco de Led Zeppelin y el nombre del tema no tiene nada que ver con la letra de la canción, al parecer los muchachos Zeppelin se encariñaron con un perro labrador negro que merodeaba en el estudio de grabación mientras producían esta canción.