jueves, 19 de abril de 2012

Todo sería tan simple...

Todo sería mas simple si siguiéramos escondiéndonos bajos los arbustos para darnos un beso a escondidas de nuestros padres luego del colegio.

Si nuestro día dependiera de cuantos goles hicimos en un partido de futbito seríamos tan felices como cuando un marinero llega a su destino luego de un naufragio.

O tal vez, lanzarce a la piscina por última vez a las seis de la tarde cuando el sol ya no se ve y la profesora pide que regresemos al bus del paseo escolar.

Facil como no presentar un trabajo final de Educación laboral en la secundaria con la profesora que nunca jala.

Si bailaramos pegaditos y a solas una canción que ya sabemos.