lunes, 27 de noviembre de 2017

Noviembre de 2010


Desde una insondable cantidad de tiempo, un jovenzuelo escribe una de sus últimas cartas al amor perdido, que siempre vuelve en una canción, en medio de un aroma, al leer un texto absurdo o al sentir aquel intenso y extraño vacío que solo ella llenaba.

Hola amiga, no se por que te escribo pero te escribo, ha pasado tanto tiempo, tanto que ya no tengo claro por que te escribo, espero que estés bien, espero que el 2010 sea un buen año para ti y para tu familia. Te confieso algo, tal vez esté mal que suceda esto pero a veces tu recuerdo es tan difuso y a veces tan claro. No me entiendo muy bien y no te pido que me entiendas, solo lee. Han cambiado tantas cosas, tenemos hijas, tenemos parejas, tenemos tanta realidad que a veces es difícil soñar o a veces es muy fácil. No se como tomes este mensaje, es mas, tómalo como quieras. Deseo que seas feliz del modo que quieras serlo ¿? Si te sorprendió este mensaje estaré satisfecho, si lo esperabas también. Un abrazo.
PD1: Ya se por que te escribo, estuve sentado un momento por la tarde en Chosica, con un cigarro en la mano y escuché una canción que me recordó a ti. Se que piensas en mi del pelón de Gianmarco.
PD2: No se si me arrepienta luego, muchas veces estuve a punto de escribirte, aunque no se con que motivo, solo te pido un favor. Haz como si este mensaje fuera enviado por los personajes de misión imposible y elimínalo luego de leerlo y aunque no tenga nada de malo me sentiría mejor si lo haces. Gracias.