Ojalá abandones ese orgullo tonto que solo aleja a las personas que te quieren, y ojalá que esas personas estén siempre para ti cuando tu orgullo ya no exista.
Ojalá yo tenga la paciencia para permanecer contigo, que es lo que mas quiero, pero cuidado, no vaya ser que en uno de tus arranques de orgullo, yo ya no esté esperando que te calmes, ni esperando mensaje alguno, sino que lentamente me esté yendo desde hace mucho tiempo.
Ojalá reflexiones y entiendas que mis palabras no son advertencia ni amenaza, solo cuento una historia que he vivido un par de veces, que intento aprender y no repetir por necedad, pues por ti, no tengo orgullo, solo la esperanza de que no te conviertas en la misma historia del pasado.
Estoy saliendo de viaje princesa, y no hay mucha señal por dónde voy, ya, cuando regrese y si tu orgullo lo permite, te escribo y conversamos. Millones de besos.
Y pensaré en ti, como siempre.