lunes, 20 de julio de 2020

Declaración jurada

El martes dieciséis de octubre del 2018 yo regresaba de la Molina mas o menos a la medianoche, bajaba por la Javier Prado, exactamente a la altura del grifo Primax antes de llegar al ovalo Monitor, conversaba a través del bluetooth de mi auto por llamada telefónica y me llegó tu notificación, un correo electrónico de vronikfg, con tan solo ver el remitente, me sobresalté e inventé una excusa para cortar la llamada, el timón se me desvió y empecé a sudar, la mirada se me extravió y mis manos casi se entumecieron, felizmente la autopista estaba vacía por la hora (casi de medianoche) bajé la velocidad y toda mi mente se puso en blanco, me estacioné en el McDonalds del ovalo Monitor cerca al Jockey Plaza y me sequé el sudor, casi temblaba, abrí la guantera de mi auto y saqué un cigarrillo, lo encendí y dí una bocanada enorme, el humo salía por la ventana y me dí cuenta que las luces del poste de alumbrado público me daban de frente y recordé la última vez que vi tus ojos(*). Cogí mi celular y abrí tu correo, todavía cabía la esperanza de que fuera una cadena de esas que se mandan automáticamente, pero eran tus palabras, después de tantos años, cuando menos lo esperaba, escribías y decías tantas cosas que a cada palabra que pronunciaba en mi mente mi corazón temblaba, releí y releí y pasó como una hora, encendí mi auto y seguí mi camino, en silencio, sin música, pues apagué mi celular, no pude pensar en nada y a la vez pensé tantas cosas, sin embargo algo quedó claro en mi, cuando luego reanudamos nuestras conversaciones, tú estas ahí, princesa, no has cambiado como dices, has vivido, has buscado en otra persona lo que yo te di, y siempre estuve seguro de que nunca lo encontrarías, así como yo nunca encontré otros ojos como los tuyos, y no es soberbia, es "filosofía elemental", has continuado con tu vida, como debía ser, has sido feliz y lo eres ahora, sin duda, pero tu felicidad es otra, pues la mirada que yo veía en tus ojos, las sonrisas que yo sacaba de tu rostro, los besos que me daban tus labios, los paseos, las tardes, los tragos, todo, todo eso era nuestra felicidad, no eres otra, mi Verito esta ahí, y no me malinterpretes, tal vez me logres entender cuando tomemos un vino y hablemos de todo como nunca (y me des el lego de Star Wars que prometiste hace poco). Cuando llegué a Pista Nueva se me acabó el tercer y último cigarrillo, paré en una licorería que está a la altura de Pebal, cerca a Ciudad de Dios, compré una cajetilla chica de Lucky Mora y encendí mi auto y el cigarrillo. Mi celular seguía apagado pero recordaba cada palabra y armaba el rompecabezas en mi mente. Llegué al paradero uno, pasé el semáforo del paradero dos, y en el paradero tres me detuve, apagué mi auto y encendí el quinto cigarro, pensé en ti, volví a extrañarte y una sonrisa se dibujó en mi rostro. Seguí mi camino y llegué al paradero cuatro que es donde yo vivo. Solo tu puedes hacer todo eso y no está mal, no está mal decir lo que uno experimenta con los recuerdos, con las palabras, mi vida también siguió, he sido mas feliz de lo que seguramente merezco, incluso ahora estoy en un momento increíble (mi teoría es que moriré joven por la mucha suerte que la vida me da sin merecerlo) sin embargo, eres parte importante de mi vida, pues uno no decide a quien amar y a quien recordar o a quien olvidar, la vida se encarga de eso, tu y yo siempre seremos esos, los mismos insolentes que se escapaban del mundo para vivir una irónica relación que dudaría toda la vida, estemos o no estemos juntos.


(*) La última vez que te vi antes de tu correo fue cuando coincidimos en el cumpleaños de Javier que fue antes que tu hermana viaje a E.E.U.U. o mas o menos por ahí, en el que por cierto y para variar solo me atrevía a mirarte con el rabillo del ojo, ese día salí a comprar con Paolo y cuando regresamos ya no estabas, en fin, después de esa vez no volví a verte, ni siquiera por redes sociales, y la vida siguió.

PD: No sé que hacer con lo que escribiste en el correo de ayer, me gustaría publicarlo, hay párrafos que son absolutamente desgarradores, pero luego seguro vas a pedir regalías y no quiero problemas legales. :)