miércoles, 25 de agosto de 2010

Tanatos

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Bastó un solo hecho para cambiar rotundamente mi vida. Nunca quise cambiarla pero pasó. Hoy vuelo entre problemas, preocupaciones de padre abnegado, ayer volaba entre claustros gigantes y borracheras estupendas, hoy trabajo sin descanzo entre batallas y rebeliones, ayer vagaba sin rumbo con "la verde" de compañia.

Mi vida cambió y yo no lo pedí. Yo quería que siga como estaba, con la soledad de mi cuarto a luz amarilla, con mi cama fría y dolorosa. Quiero que mi perros ladren cuando llego, quiero que mi vieja me reclame la tardanza. No me gusta llegar cansado, destesto saber que hacer al día siguiente y al día siguiente y al otro. Mamá sírveme bastante, con bastante juguito, me encanta la colifror. ¡Por favor no me hagan renegar, vuélvanlo a hacer!

Dentro de unos años será peor, estoy siendo vencido por la rutina y la monotonía de encontrar todo como me gusta. Busco rumbos conocidos para la tranquilidad de mi familia, la fómula del éxito sabida por todos, trabajo y más trabajo. Me encuentro en medio de mi mundo sin espectativas de algo nuevo, aburrido de las clases, cansado de la felicidad que otorga una familia, una esposa y una hija hermosa. Espero el cambio con ansias, sé que vendrá, lo presiento, solo espero que cuando llegue yo no este dormido.