lunes, 26 de septiembre de 2011

A tientas...

A tientas avanzo sobre el camino que dispusiste hasta tu llegada. ¿Tardarás? Puede ser que ya no encuentres nada pues estoy seguro que tarde o temprano caeré al precipicio del olvido. Ciego toco todo lo que hay a mi paso, piedras, arena, besos y promesas. A pesar de ir lento siento que he avanzado un gran camino con la única esperanza de poder decir, al final, lo que tu quieres oir.

A veces me confundo y retrocedo pero siempre vuelvo al camino, a oscuras y con un sinfín de tropiezos. Es terrible cuando la distancia no solo es espacio sino también tiempo. Día tras día resulta mas complicado que me entiendas pues a pesar de estar mas cerca, las palabras adelgazan los recuerdos.

Cuida mis recuerdos, sácalos de vez en cuando y ponlos nuevamente en su lugar. Vuelve a los lugares nuestros de los días idos y deja un rastro pues sabré encontralo. Cuando te sientas sola, sal, camina, fuma un cigarrillo o toma un trago pero no me recuerdes porque eso te hará sufrir. Evita cualquier contacto visual conmigo para no alborotar mi realidad, pues asi me mires con indiferencia, causarás estragos en mi mente.

Abriga una esperanza inútil, testaruda y fantástica. De eso se trata, de tener siempre un ideal mágico que transforme tus momentos a solas en pícaras sonrisitas, cómplices de lo alocado e imposible. Alegra tu día con la fantasía y cuando puedas, canta las historias con las que me recuerdas.

Divagué sin ti, pero me he vuelto a reencontrar contigo, con tu astuta forma de desacerte de mi los martes, con tus confusos sentimientos que hasta el día de hoy te atormentan, pues aunque intentes asirte a tu felicidad, el piso tiembla y lo sé. Ya no eres ni la gota de rocío que yo dejé, ahora tienes miedo, yo también y por eso escribo.

Entonces pues, te volví a encontrar, fugaz y merodeando nuevamente la orilla de aquellos sentimientos que hoy son distintos a los que fueron. Donde tus pasos se detuvieron para cambiar de rumbo y seguirme. Ahi mismo, sigue el rumbo que dejamos, sigue el sendero que hoy vacío recorro a tientas, pisando recuerdos y tumbando momentos extraños. Avísame si me caigo.