domingo, 26 de abril de 2020

Me gusta cuando callas

Este camino ya lo conozco y no quiero ir por ahí, ¡please!, mejor vamos por otro lado, sigamos por donde estamos, así, en lo incierto, no quiero ni tengo promesas para hacerte, menos quiero que sigas con esas palabras peligrosas de amor o cariño, no porque no me gusten, sino porque siento que es peligroso. Disfrutemos de la risa y el peligro, del vino y las visitas clandestinas, vayamos por mas aventuras, me doy cuenta que te atreves cuando quieres y he notado un atisbo de soberbia muy parecido al mio, nunca igual, lo sabes, pero tienes algo extraño a veces en ese aire de superioridad un poco absurdo y gracioso, como si tuvieras un poder sobre mi y yo solo me río.

Te lo ruego entonces, quiéreme pero no me lo digas, toma mi mano como lo haces y mírame en 
silencio, ríe conmigo, yo si me río contigo, camina a mi lado pero no te sientas segura conmigo. Y por favor evitemos el trato meloso, el "mi vida", "mi amor","mi cielo" "te quiero", "te extraño", el, "¿que comiste hoy?" el "que canción tan linda"! Todas esas cursilerías propias de gente simplona, de personas de sentimientos baratos, tan baratos que no les cuesta decirse eso,  porque eso aburre a las mentes pensantes y de ojos profundos, pues una mirada tuya me dice cinco veces más que esas palabras de enamorados obtusos, tan absurdos que se aburren mutuamente, pero no se lo dicen porque dentro de ellos saben que su farsa durará tanto como sus palabras llenas de vacío. No quiero eso contigo, nunca lo querré, y casi estoy seguro de que tu tampoco lo quieres.

Yo prefiero tu silencio, me gusta cuando callas, cuando me miras fijamente, tus ojos me tocan y me quedo sin palabras, puedo decir que lo haz hecho exactamente 3 veces, la primera en la bajada de barranco cuando me sentí aturdido, la segunda en mi auto frente al desierto y ayer en el parque cerca a tu casa, antes de nuestro curioso pacto. Es indescriptible, como si tuvieras la capacidad de ver dentro de mi, como si mis ojos quisieran decirte algo y tu fueses capaz de entenderlos, como si el silencio en el ocaso fuese el marco perfecto para que sin decir nada lo digamos todo y que sin esperar nada, tengamos todo.

Por eso te ruego, disfrutemos el tiempo juntos que ahora es mínimo, a cuentagotas, escapemos de nuevo, si, pero sin planearlo, que sea como la otra vez, teniendo todo sin esperar nada. Viviendo al límite sin importar el pasado ni el futuro, solo el día a día, solo tu mirada en silencio que me devora el pensamiento, solo el placer de tenernos en los momentos mas inesperados, solo tus labios con sabor a caramelo que consume mi sosiego y me deja absorto al abrir nuevamente los ojos.

Eso quiero yo, precisamente, tener todo sin esperar nada, reír tanto hasta que nos duela la panza, y por cierto, cada vez te ríes mas conmigo, pues cuando nos conocimos tenías los ojos tristes, ahora cada vez que digo algo, ríes tú primero, hasta por las puras, pero me gusta, esas sonrisas gratuitas, que te salen naturalmente, eso quiero yo, tu sonrisa de gratis, sin palabras de compromiso, sin estar obligado a llamarte o escribirte, simplemente hacerlo porque así lo quiero.

Me encanta cuando llegan tus mensajes, son tan inoportunos, y a eso me refiero, me gustan por eso, porque no los espero y llegan en el momento más insospechado, al amanecer, o cuando estoy tan ocupado, o a veces cuando estoy tan aburrido, en la oscuridad, cuando estoy rodeado de gente o cuando estoy solo , o cuando tienes insomnio y me quitas el sueño de madrugada, siempre llegan y empiezo a esperarlos pero no quiero, por eso a veces demoró en contestar, para que te desanimes, sin embargo casa vez te haces más frecuente. Y no quiero querer pero estoy empezando a quererlo.

No sé porque a pesar de nuestras largas conversaciones siento que no te conozco aún, y que tú me conoces más de lo que yo quisiera. Será acaso porque tengo poca vergüenza por contar mi vida cuando agarro confianza o porque sabes leer mejor entre líneas, no lo sé, pero espero que te hayas dado cuenta de cómo prefiero las cosas. De lejitos pero cerquita, seriecitos pero partiéndonos de risa.

Después de todo, no puedo ofrecerte nada aun, pero puedo decirte algo que aún no escuchas de mi: me gustas, más de lo suficiente. Me gusta tu carita y tu sonrisa perfecta, pero sobre todo, me gusta como me miras en silencio como diciendo todo. Tendremos todo con eso y nada más de lo que tú quieras.
Bonito ¿no?


El paisaje que esperabas y no tuvimos jajaja, algún día, ya verás, R2 nos llevará.