jueves, 22 de noviembre de 2012

Epígrafe para un Libro Condenado


    Lector apacible y bucólico, sobrio e inocente hombre de bien, arroja este libro
saturniano, orgiástico y melancólico.
    Si no has estudiado tu retórica con Satán, el astuto decano, ¡arrójalo!
No comprenderás nada de él, o me creerás histérico.
    Pero si, sin dejarte hechizar, tu pupila sabe sumergirse en los abismos,
léeme, para aprender a amarme; alma curiosa que sufres y andas en busca de tu paraíso
¡compadéceme! Sino, ¡yo te maldigo!

Por Charles Baudelaire

Genio