miércoles, 14 de noviembre de 2012

Menos Martes...

Esta se parece a una de las tardes en las que me llamabas para escondernos en cualquier lugar. Una de esas tardes inquietas con el corazón sobresaltado por cogernos de las manos en lugares oscuros y llenos de tierra. Esas de las que tengo un recuerdo tan nítido como el día de la despedida en un parque lejano y otoñal. Una tarde con viento y de cielo anaranjado cubierta de miedo y alejada del bullicio.

Esta tarde se parece a esas tardes, casi noches, de caminatas insondables. Aquellas de poemas al oído con preguntas sin respuesta. Las tardes de besos interminables frente al mar, apoyados en una baranda de madera que escuchaba tus suspiros y los míos.

Se parece también a aquellas tardes en las que nos encontrábamos en parques nuevos a esperar que el tiempo no pase. Cuando tus besos me ahogaban de placer como ahora tu ausencia me ahoga en nostalgia. Se parece tu perfume, al viento que tocaba tu cabello, al sabor de tus labios indecisos y al poder de tu mirada con ternura.

Es por estas tardes, entonces, que no se borran tus recuerdos, que no se disuelven tus ojos, que me envuelven con absurda quietud y que termino por escribir estas palabras, robándole tiempo a mi memoria y sacando lo mas íntimo que tengo.