Que estarás haciendo en París mi triste y ausente pequeña de cabellos oscuros. Ahora que por aquí el sol se va y las noches llegan más rápido, aquí donde las tardes me abandonan dejándome el letargo absurdo de tu partida. Aquí donde te encontré y conocí la profundidad de tus ojos marrones como la tierra seca, pero fértil. Que estarás haciendo hoy, cuando ni las conversaciones que antes exaltaban mi corazón, me tranquilizan frente a tu partida.
Pasearás por calles hermosas, con pasadisos tallados en piedra, con suelo sin polvo y no ensuciarás tus zapatitos ni estaré yo para limpiártelos. Yo no paseo, yo camino y en zig zag, desesperado, abandonado y sin la mas remota esperanza de volver a verte, sin ideas de como alcanzarte en el país de la poesía, sin boleto de avión ni dinero en los bolsillos y es en estos momentos en los que pienso "si las ganas fueran distancia" estaríamos cerquita, pegados como las piedras en el coricancha. Pero no estás y no hay, repito, la mínima esperanza de volver a verte.
Dónde andarás hoy que te extraño desesperadamente y directamente proporcional el tiempo que te has ido. Sabías que no tenía consuelo aquí sin ti, sabías que tenía que dejarte ir pues no te hubiese amado si te quedabas, no podría con el remordimiento de conciencia. No te olvides de mi nunca, guarda los pequeños recuerdos y rehaz tu vida con ellos, forja tu destino con esa carga pues sufriré el día que vuelvas y yo ya no te espere.
Camina y no amarres tu cabello, cuidado te pierdas por las lindas y confusas calles de París, visita la torre de metal, el edificio inclinado y la iglesia pintada, mira los cuadros de los renacentistas y asómbrate de la técnica, de la profundidad, del contexto, de la textura y todas esas cosas que sabes ver y que yo ignoro, lástima no estar ahí para observar tus expresiones vacías pero amables, te amaría mas en París y sé que tú me amarías menos aqui.
Aquí, sin ti, no se a donde voy, como si el viento adivinara, de la nostalgia que me embarga, solo y frente a este mundo, solo y con todos tu recuerdos, no me resigno a perder tu amor.