miércoles, 7 de diciembre de 2011

Feliz cumpleaños Lucía...

Para Lucía Soto Hurtado:

Hija:

Es absolutamente increible. Hoy cumples cinco años, el tiempo ha pasado tan rápido y han pasado tantas cosas en nuestras vidas que, cuando por la mañana recapitulé tu vida, no lo podía creer. Cuando naciste me preocupé de ser un buen padre, evitaría cometer los errores que cometieron mis padres conmigo, asi que desde el principio llegué a la conclusión de que te daría todo cuanto de mi dependa, pero escencialmente me comprometí contigo y conmigo mismo a darte lo mas valioso que pueda existir en una relación padre-hija: TIEMPO.

Demás está decirte que cambiaste mi vida y han sido cinco fabulosos años que hemos pasado juntos. Yo te enseñé a decir tus primeras palabras, cambié tus pañales mientras podía y te enseñe a caminar. Andabamos los dos por el parque con tu coche y el andador, enternado luego del trabajo nos pasabamos horas y horas en el parque, practicando los primeros pasos.  Te hablaba y me respondías con balbuceos, ahora me das consejos sobre mis corbatas y demás.

Aprendía a bañarte en una piscina, mientras estabamos solos hacíamos un desastre con el agua y con el talco. Te enseñé la guitarra y la cogiste para tocar, conmigo cantaste tu primera canción, tu primer villancico, tu primer poema por el día del padre. Cuando te tocó asistir por primera vez al colegio te llevé con la sonrisa mas grande que un padre pueda haber tenido. Te puse tu uniforme y te cargué la mochila, por las tardes te ayudaba a hacer las tareas para que luego te las corrija tu mamá.

A los cuatro años te operaron, fueron los momentos mas tristes y frustrados de mi vida. No pude hacer nada por ti, no pude evitarte el dolor, asi que me sentía impotente, te colocaron un yeso gigantesco que cubría la mitad de tu cuerpo, quedaste inmovil por dos meses, no sabes lo terrible que era para mi verte en la cama sin poder hacer nada, inventé cientos de formas de distraerte, te fabriqué una mesita para que pintaras, jugabamos a la escuelita y me decías profesor, te colocaba la laptop para que juegues, compré la televisión satelital para que te distraigas, compré videos y juntos descubrimos a Rapunzel, cuando conocí esa historia lloré por ti, la niña que no podía salir de la torre eras tu. Hicimos de tu cuerpo una nave espacial con el cohe que usaste de bebita para salir a que veas el sol. Luego vino Rio, el loro azul que te hacía reir, vimos casi cien veces rapunzel y otras cien veces Rio. En esos momentos tenías que tomar tres jarabes horribles, pero eras tan valiente que los tomabas tranquila, siempre con agua tibia. Esos días fueron espantosos, me dolía verte con ese maldito yeso, pero el tiempo pasó y te sacaron el yeso, aprendiste nuevamente a caminar y cuando te vi parada nuevamente el corazón se me retorció de felicidad, lloré como lo estoy haciendo ahora. Todo eso pasamos y lo hicimos por tu bien.

Cuando vino la segunda operación, fue pan comido, ya no había yeso y al tercer día de la alta ya estabas caminando, volvimos con los jarabes que los tomabas con gusto, vimos nuevamente rapunzel y Rio. Te recuperaste rápido.

Hoy estás bien, todo ha pasado y no sabes lo feliz que soy junto a ti, todas las noches desde que naciste, te hago dormir,primero dormias con la teta de tu mamá y yo estaba a tu lado, luego te puse canciones, cuando ya hablabas pude contarte historias y aun hoy me pides la historia del Osito Dormilón, desde hace dos semanas te duermes con dos canciones de disney que tengo en mi celular. Cuando no he podido estar contigo, que han sido poquísimas veces, siempre he pensado en ti a las ocho de la noche que es tu hora de dormir, mentalmente te cuento la historia del osito dormilón y sueño que te duermes.

Hija, eres lo mas importante que tengo en la vida, espero estar para cuando me necesites y también para cuando no me necesites, te amo y daría fácilmente mi vida por ti, sé que nos esperan muchas cosas que pasar juntos y veo que eres una niña muy inteligente, prometo hacer todo lo posible por ayudarte a cumplir tus metas y no dudes me esforzaré por ser un mejor padre cada día. Si en algún momento te fallé, recuerda que no tengo experiencia en esto de la paternidad y que hago todo lo posible para hacerte feliz.

Te ama infinitamente.

Tu padre: Álvaro Soto Espinoza


En el parque...



Con nuestros antifaces...