sábado, 6 de marzo de 2010

LOS GRANDES DESCUBRIMIENTOS GEOGRÁFICOS Y EL FIN DE LA EDAD MEDIA

No existe una fecha precisa que marque el fin de la Edad Media y el principio de lo que se ha dado en denominar Tiempos Modernos. Pero durante los siglos XV y XVI la civilización cambió y un gran número de causas concurrieron a producir estas transformaciones. Entre las principales se debe colocar los grandes descubrimientos geográficos y las grandes invenciones.

Entre estas grandes invenciones se encuentran la brújula, la pólvora, el papel y la imprenta. En realidad, solo la imprenta es una invención europea del siglo XV. Las otras tres proceden de oriente y son anteriores al siglo XIV, y no se perfeccionaron hasta el siglo XIV y sobre todo en el siglo XV.

En los últimos años del siglo XV y principios del XVI, el mundo se ensanchó para los europeos. Al sur, en el océano Atlántico, descubrieron el África meridional; al este, las partes del Asia ribereña del océano Indico, y al oeste, un nuevo continente, América.

              La brújula                                               El papel


                Pólvora                                      La Imprenta

Estos descubrimientos fueron sobre todo obra de los portugueses y los españoles, cuya gloria recayó principalmente en Vasco de Gama, para el África y el Asia, y en Cristóbal Colón para América. Tuvieron por causa principal el deseo de encontrar un nuevo camino para ir a las Indias, país de mercancías preciosas. Igualmente se hicieron posibles por el conocimiento de la brújula, los progresos en el arte de la navegación y la curiosidad científica y geográfica. Tuvieron como primer resultado asegurar a Portugal y España la posesión de inmensos imperios coloniales, hacer de estos dos reinos los más ricos de Europa en el siglo XVI, y por repercusión, enriquecer igualmente a los Estados vecinos.

CAUSAS DE LOS DESCUBRIMIENTOS
Durante la Baja Edad Media se habían realizado expediciones marítimas de considerable importancia. Entre ellas destaca la expedición realizada por el navegante veneciano Marco Polo a la China, en el siglo XIII. A partir de entonces se inicia un lento proceso de contacto con otros continentes que culminaría a fines del siglo XV con el descubrimiento de América.

INCENTIVOS DE NATURALEZA ECONÓMICA Y SOCIAL
El capitalismo inicial había desarrollado las necesidades mercantiles europeas y , en el siglo XV, existía una urgente demanda de metal para acuñar monedas y una sed de oro. Esto impulsaría a los Estados y navegantes a salir a buscarlo en comarcas lejanas. También las grandes ciudades consumidoras propiciaron el afán por hallar rutas nuevas, más rápidas para obtener productos apetecidos, como especias, seda, piedras preciosas, etcétera.

INCENTIVOS RELIGIOSOS
El espíritu propio del Medioevo generado por las Cruzadas aún no había desaparecido. Este hecho estimuló el espíritu misionero europeo y alentó a la Iglesia a favorecer los viajes a aquellos pueblos no cristianos, con la finalidad de evangelizarlos.

FACTORES TÉCNICOS
Una serie de notables descubrimientos técnicos facilitaron los grandes viajes. Destacan la invención dela brújula, el perfeccionamiento de la cartografía, la creación del astrolabio —instrumento para calcular la latitud— y finalmente, la construcción de navíos más rápidos y seguros como la carabela portuguesa.

LA MENTALIDAD RENACENTISTA
El espíritu de los grandes descubridores respondía al estilo del hombre renacentista: independiente, libre, cosmopolita, poseedor de una moral aventurera e intrépida, y conocedos de los últimos descubrimientos.

LOS VIAJES EXPEDICIONARIOS
Hasta el siglo XV, las navegaciones se efectuaban con escasa planificación. A partir de entonces, los portugueses, después de los castellanos —desde 1492— y, por último, los ingleses, holandeses y franceses, realizaron los viajes con un criterio sistemático y sobre bases científicas. Al rasgo fundamental de los descubrimientos de la época fue que se realizaron a través del océano Atlántico, hasta entonces ignorado. De ahí el papel relevante de los dos países peninsulares: Portugal y España.