La última sesión de fotos juntos...
Cuando fue la elección de tutorías, hace cuatro años, no pensé que aquellos alumnos traviesos y alegres lograran darme tantos problemas y emociones. Los vi deseosos de aprender y de jugar y eso fue lo que hicieron. Durante la secundaria he aprendido a conocerlos, a corregirlos pero sobre todo a quererlos. Me gustaría que todos logren sus objetivos, confío en que se esforzarán en todo lo que inicien y no duden, chicos, que guardaré los momentos vividos como gratos recuerdos.
Los días de secundaría se pasaron volando y siempre fue divertido renegar cada vez que escuchaba hablar a Mariana para interrumpir mi clase, cada vez que Gerson hacía una broma, en muchos casos pesada o tal vez cuando Pier Molestaba a Gonzalo; cada vez que Hitler guardaba silencio o que Eduardo decía “que sapo que es…” Las veces que Joselinne hacía sus famosas preguntas “inteligentes” o todas las veces que Gonzalo se quejaba conmigo por que lo fastidiaban o que Giancarlo gritaba o planeaba una travesura con Gerson. Siempre me resultaba divertido voltear a mirar la esquina del salón y encontrar a Ronald sentado, durmiendo o dibujando tareas de otros. Todos esos momentos los disfruté, renegué, grité, pero al fin y al cabo la pasamos bien y aunque parezcan cosas sencillas con el tiempo se convertirán en recuerdos memorables.
Muchachos, les agradezco el haberme soportado con mis bromas y mis gritos, con mis aciertos y mis errores, pero sobre todo les agradezco que se hayan mostrado como son, sin caretas. Puedo decir que los conozco y por eso puedo decir que los quiero mucho. Muchas gracias por compartir cuatro años de sus vidas con su profesor Álvaro, espero siempre cuenten conmigo y búsquenme cuando me necesiten. Ahora que ya no los voy a ver no crean que me quedo solo, tengo los recuerdos de sus travesuras, de sus alegrías y tristezas, y sobre todo sé que tengo su cariño.
Los quiere mucho.
Atte.
Profesor Álvaro Soto Espinoza
2006 - 2009