Luego conocí los poemas de Vallejo, sus letras rebasaron la barrera del amor e ingresaron al nivel trascendental de la conciencia colectiva. Seguí en desorden con Gonzalez Prada, José Martí, José Santos Chocano, Benedetti, luego vinieron los Haikus de Borges y los difusos versos de Edgar Allan Poe.
Mas tarde conocí a los "Poetas Malditos", un músico bohemio los mencionó entre copas y quedé atrapado solo por ese apelativo. Leí a Verlaine, Baudelaire, Rimbaud y Mallarmé, me sumergí en ese mundo antisocial y degradante que mostraban sus poemas. Realmente fascinante.
Mientras leía a estos grandes poetas decidí escribí algunos versos, en el transcurso de un año ya tenía unos 100 poemas de todo tipo. Al año siguiente había escrito varias centenas. Guardo algunos con mucho cariño, en un viejo cuaderno espiral de la universidad.
Quiero compartir un poema que me parece realmente fabuloso:
“El enemigo”
Mi juventud no fue sino un gran temporal
Atravesado, a rachas, por soles cegadores;
Hicieron tal destrozo los vientos y aguaceros
Que apenas, en mi huerto, queda un fruto en sazón.
He alcanzado el otoño total del pensamiento,
y es necesario ahora usar pala y rastrillo
Para poner a flote las anegadas tierras
Donde se abrieron huecos, inmensos como tumbas.
¿Quién sabe si los nuevos brotes en los que sueño,
Hallarán en mi suelo, yermo como una playa,
El místico alimento que les daría vigor.
-¡Oh dolor! ¡Oh dolor! Devora vida el Tiempo,
Y el oscuro enemigo que nos roe el corazón,
Crece y se fortifica con nuestra propia sangre.
De "las Flores del Mal" - Charles Baudelaire
Charles Baudelaire 1821 - 1867
